Javier Sierra, Montsegur¿Cual crees que ha sido el resorte que tocado tu obra La cena secreta para que se haya convertido en un éxito mundial de ventas?

--- No creo que haya un solo resorte, ni una especie de “ingrediente mágico” que lo explique. Más bien tiendo a pensar que el milagro lo ha obrado la relación de varios de ellos. Por ejemplo, La cena secreta describe con mucho detalle cómo funcionaba una disciplina usada por los intelectuales del pasado antes de la invención de la imprenta. Se llamaba el “Arte de la Memoria” y era un método mnemotécnico que permitía la memorización de grandes cantidades de información asociándolas a imágenes. Leonardo la conocía y creo que la aplicó a su Última Cena. Por eso, al contemplar su mural bajo la óptica del “Arte de la Memoria” me fue posible “leer” su verdadero contenido. Ese descubrimiento, que comparto con mis lectores, unido a una trama de acción e intriga, ha convertido esta novela en el fenómeno que es.

Son ya cuarenta los países donde se ha editado La cena secreta. ¿Te imaginabas que tu libro pudiera tener una acogida de tal calibre?

--- Supongo que ningún autor puede llegar a imaginar algo así. No es sólo el hecho de ser editado en tantos países, sino también el sentir el entusiasmo y el respeto de tantos miles de lectores por tu trabajo y tus conclusiones. El mayor descubrimiento que he hecho en este periodo es el de saber que una buena idea es capaz de romper todas las barreras y llegar a todo el mundo. Eso me llena de energía y de fuerza para mis próximos proyectos… pero también de responsabilidad.

Con La cena secreta ascienden a siete los libros que has publicado. ¿Cual ha supuesto un mayor reto para tí? ¿Y cual te ha entrañado mayor dificultad?

--- Cada una de mis novelas estuvo sembrada de dificultades, sobre todo a la hora de investigar sus tramas. Sin embargo, creo que fue La dama azul la que mayor esfuerzo me llevó. Dar el salto del periodismo que entonces ejercía (1998) a la literatura, fue todo reto personal de gran calibre. Y ahora que se acerca el décimo aniversario de aquel paso, me he tomado la libertad de revisar de arriba abajo esa primera novela, prepararla para su traducción en varios idiomas y ajustarla para relanzarla, nueva, en 2008 en español.

Prefieres por tanto ¿libro de investigación o novela?

--- Los libros de investigación me enseñan a recabar información; las novelas, a pensar a partir de la información recabada. Ya no concibo los unos sin los otros.

Si tuvieras que elegir un enigma que te siga fascinando especialmente, ¿cuál sería?

--- El gran enigma es, y me temo que seguirá siéndolo, qué nos espera después de la muerte. De hecho, la muerte y sus variantes, incluso la obsesión por superarla de un modo u otro es una constante que puede encontrarse entrelíneas, en todas mis novelas.

Háblanos de tus próximos proyectos. Sabemos que se van a editar en el extranjero otros títulos tuyos. ¿Qué nos puedes adelantar?

--- Como te decía, en breve se publicará en Estados Unidos la traducción de La dama azul. Y mientras eso sucede, he terminado la redacción de un libro sobre enigmas de la historia que, de algún modo, será la continuación de una de mis obras más queridas: En busca de la Edad de Oro. En él he sintetizado todos esos enigmas que han inspirado –e inspirarán— mis proyectos literarios, a la vez que desnudo ante los lectores mi manera de investigar y de reflexionar sobre aquellas realidades que muchas veces no sabemos, o no queremos ver.

Para terminar, ¿qué enigma te gustaría ver algún día resuelto?

--- Sin duda, la comunicación con inteligencias extraterrestres.